¿Por qué eres feminista?
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No Más Impuestos Sexistas en América Latina

América Latina y el Caribe es una región con enormes brechas económicas entre mujeres y hombres y apremiantes sesgos de género en la política fiscal, específicamente en la tributaria. Los movimientos feministas han insistido en la necesidad de avanzar en diagnósticos con enfoque de género para identificar la existencia de impuestos sexistas, como el Impuesto al Valor Agregado (IVA), a artículos asociados a la menstruación: toallas higiénicas, tampones y copas menstruales.

La economía feminista cuestiona la aparente neutralidad de las políticas macroeconómicas para poner en evidencia los sesgos de género inmersos en las políticas fiscales, comerciales y monetarias. Argumenta que al centrarse en el estudio de las relaciones mercantiles, el análisis económico tradicional ha desechado todo el trabajo y la producción dentro de los hogares, fundamentales para el funcionamiento de la sociedad y que son realizados mayoritariamente por mujeres.

Rescatar la reproducción de la vida como condición necesaria para el avance de las economías permite entender que las políticas públicas y fiscales no son neutrales, postula la economía feminista. En ese marco, el grupo de trabajo sobre Política Fiscal Feminista del proyecto FESminismos de la Fundación Friedrich Ebert en América Latina, publicó el estudio “Impuestos sexistas en América Latina”, realizado durante 2019 y que comprueba la presencia de impuestos sexistas en diez países de América Latina: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Impuesto al lujo por menstruar 

Sus autoras Aris Balbuena (República Dominicana), Natalia Moreno (Colombia) y Catalina Rubilar (Chile), recuerdan que la teoría económica sostiene que los artículos de primera necesidad han de estar exentos de impuestos al consumo, como es el caso del IVA, y de estar gravados, deben tener una tarifa preferencial para no afectar el consumo de los bienes y servicios que son de primera necesidad. Sin embargo, en la mayoría de países, la tarifa aplicada a las toallas higiénicas, tampones y copas menstruales es la máxima existente, lo que insinúa que son mercancías de lujo, pese a ser elementos de necesidad básica.

Para las feministas gravar los productos de atención a la menstruación significa que el hecho generador del impuesto es la condición de menstruar y justificar un impuesto a partir de una diferencia biológica es no solo un acto de violencia económica, sino que se traduce en un costo adicional por el solo hecho de ser mujeres, situación absolutamente inaceptable sobre todo si proviene de una política estatal.

Esto es más grave aún en una región tan desigualdad como América Latina y el Caribe, donde mujeres y hombres no tienen las mismas condiciones económicas y las estructuras sociales y el modelo económico limitan el pleno goce de los derechos de las mujeres, quienes alcanzan una menor tasa de participación laboral, están sobrerepresentadas en empleos informales y precarios, enfrentan una importante brecha salarial de géneros y son las principales encargadas de las labores domésticas y trabajos de cuidado no remunerados, todo lo cual limita su acceso a seguridad social.

“Este IVA, además de tener de por sí un carácter regresivo, es un impuesto sexista que profundiza la desigualdad económica de las mujeres en la región más desigual del planeta y ahonda las brechas de género existentes en el sistema económico”, dice el estudio que demuestra el sesgo sexista existente en la tributación latinoamericana mediante el IVA a las toallas higiénicas.

Políticas tributarias discriminadoras  

En nueve de los diez países evaluados, las toallas higiénicas y los tampones tienen la tarifa plena del IVA. La única excepción es Colombia. Allí, un grupo de feministas logró llevar a 0% la tarifa, gracias a la campaña de movilización social “Menstruación Libre de Impuestos”. En noviembre de 2018, ante una demanda de inconstitucionalidad con el impuesto sexista, la Corte Constitucional colombiana emitió un fallo que lo eliminó, convirtiendo al país en el primero de América Latina en reconocer que es discriminatorio que las mujeres paguen más por bienes de primera necesidad.

Los impuestos sexistas en el mundo y en Latinoamérica son un elemento explícito de discriminación hacia las mujeres y cuerpos menstruantes dentro de las políticas económicas. El estudio de FESminismos calculó que el costo promedio anual del impuesto ronda los setenta millones de dólares, siendo México y Argentina los países en que las mujeres pagan más por este impuesto de manera absoluta.

 “La política tributaria en América Latina sigue apoyándose en impuestos sexistas, ignorando la desigualdad económica hacia las mujeres y reproduciendo elementos discriminadores en la tributación a partir de diferencias biológicas”, señala el informe. Por esta razón, “urge pensar políticas tributarias desde una perspectiva feminista, que propongan acciones tendentes a superar la desigualdad entre hombres y mujeres”.

Campaña de movilización social

Entre sus conclusiones, el estudio afirma que las políticas y decisiones económicas diseñadas e implementadas desde una pretendida neutralidad y sin admitir el contexto desigual del que parten, corren el riesgo de terminar reproduciendo, e incluso profundizando, la exclusión de los grupos en desventaja. Esto ocurre con la política tributaria en América Latina donde los sesgos explícitos en la tributación siguen siendo un obstáculo para disminuir las brechas sociales de género, por lo que es vital avanzar en el diseño y la aplicación de políticas tributarias que consideren los impactos directos e indirectos que pueden tener en mujeres y hombres, dadas las brechas existentes.

“Se requiere entonces, desde una perspectiva feminista, pensar en políticas tributarias que no solo evidencien los sesgos de género existentes en la política fiscal, sino que propongan acciones concretas que permitan superar la desigualdad entre mujeres y hombres”, destaca.

A esto apunta la campaña digital #NoImpuestosSexistasEnAL con la cual el movimiento social y feminista exige políticas fiscales más equitativas y sin sesgos de género en la región. El lanzamiento se realizó el 18 de noviembre 2020 por la tarde por sus tres integrantes y autoras del estudio desde Colombia, República Dominicana y Chile. Además se sumaron representantes de iniciativas de otros países para comentar el estudio como Paulina Castaño de #MenstruaciónDignaMéxico y Lucia Espiñeira de MenstruAcción Argentina. Puedes ver el lanzamiento completo acá.

Encuentra el documento que se presentó en esta ocasión como PDF acá.

Esta publicación es parte del trabajo colaborativo entre Página19 y FESminismos – El Futuro es Feminista, plataforma de todos los feminismos desde la Fundación Friedrich Ebert (FES) en América Latina y el Caribe.