Documento presentado por el Observatorio de Violencias Políticas contra las Mujeres en Colombia revela que las mujeres que participan en política están expuestas a ataques machistas, usando medios digitales, que cuestionan su liderazgo, menosprecian sus capacidades y utilizan sus características físicas para despreciarlas o sexualizaras.
El primer informe del Observatorio de Violencias Políticas a las Mujeres revela los diferentes tipos de ataques, discriminación y discursos de odio que sufren en el entorno digital las principales figuras políticas identificadas con el género femenino en Colombia. Haciendo uso de metodologías de social listening y web scrapping se documentó y analizó información pública de Twitter, portales web y medios de comunicación online relacionada con mujeres candidatas a la Presidencia de la República, la Cámara de Representantes y el Senado entre el 1 de enero y el 20 de marzo del presente año.
“En los últimos años vemos cómo la tecnología se plantea como un dispositivo que puede ser habilitador de la democracia, pero para el caso particular de las mujeres o de personas LGBTIQ+ incrementa las violencias, las viraliza, y genera un obstáculo adicional que tiene efectos en lo personal y en la esfera pública de la política”, señala Juliana Hernández De La Torre, directora ejecutiva de Artemisas.
Debido a su fuerte presencia en redes sociales, este informe encontró información significativa de mujeres candidatas como Francia Márquez, Ingrid Betancourt, María Fernanda Cabal, Angélica Lozano, Paloma Valencia, Katherine Miranda, entre otras. Los mensajes que fueron dirigidos a estas personalidades se agruparon en categorías correspondientes a tipos de violencia online contra mujeres: menosprecio de capacidades, desprestigio, sexualización, menosprecio físico e instrumentalización.
“La violencia política sigue siendo una barrera importante que dificulta que las mujeres entren y se mantengan en la política. Su manifestación en el ámbito digital es una de varias demostraciones de violencia, pero una que necesita ser analizada y abordada urgentemente tanto como desafío para la democracia, para la sociedad como también para los partidos políticos”, comentó Sarah Herold, coordinadora del proyecto FESminismos de la Fundación Friedrich Ebert.
Uno de los principales hallazgos de esta investigación es que, en muchos casos, cuando se apoya a las candidatas se asumen características relacionadas tradicionalmente con el género masculino, como “ser contundentes” o “tener fuerza”. Así mismo, hay una fuerte tendencia por encasillar a las mujeres como “títeres” de hombres reconocidos y líderes dentro de las agrupaciones a las que estas pertenecen, descartando por completo su agencia, su trayectoria o el liderazgo que puedan tener de manera independiente.
Ejemplos de este tipo de violencia son las referencias que se hacen a Francia Marquez como alguien que llegó a ser la fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro solo por el hecho de ser mujer, desconociendo sus méritos y trayectoria. Se le encasilla en un rol sumiso de la mujer para el beneficio de alguien más. “Solo por ser mujer y ser negra es que tienen a Francia Márquez en el Pacto Histórico. No es por méritos, ella es un simple adorno de Gustavo Petro para dar ilusión de que su movimiento es tolerante e incluyente”, se lee en uno de los tuits identificados.
Otro término detectado en conversaciones online utilizado para menospreciar y descalificar a las mujeres políticas es el calificativo de “loca”. Varias de las candidatas se vieron expuestas a este tipo de trato y, de manera particular, la candidata Ingrid Betancourt recibió ataques constantes con esa referencia. Incluso, el periodista Daniel Samper utilizó este descalificativo.
A la par con este tipo de descalificaciones, dentro de la conversación digital es común encontrar referencias al físico de las mujeres candidatas o mensajes que son sexualizantes. En los siguientes tuits, dirigidos a la senadora María Fernanda Cabal y a la representante Katherine Miranda se puede evidenciar este tipo de comportamientos.
Dirigido a la candidata Katherine Miranda: “Flaca bella, es pura envidia de los narco asesinos eres toda una hembra. ¿Envidia? es mejor despertarla que sentirla. Que no te abudineen tu belleza.
Dirigido a María Fernanda Cabal: “Vieja asquerosa! Ni su marido paraco vota por usted. Usted es todo lo que una mujer nunca debe ser.”
“La violencia política contra las mujeres, es producto de la cultura machista y patriarcal imperante, que representa un obstáculo en el camino hacia democracias paritarias y más representativas. Es necesario tener mecanismos eficaces y transparentes para contrarrestar las distintas manifestaciones de esa violencia política y hoy es imperante que se tenga un énfasis en la violencia digital por el mayor uso de las redes sociales en las campañas políticas y la digitalización de muchas áreas de la vida. Allí los gobiernos, los partidos y movimientos políticos y en general la sociedad debe hacer todos los esfuerzos por prevenirla, erradicarla y sancionarla”, dijo Alejandra Trujillo Uribe, coordinadora de proyectos en temas de género y partidos de la Fundación Friedrich Ebert en Colombia.
Este tipo de narrativas pueden ser catalogadas como violencia psicológica pues desestima, degrada o busca controlar las acciones, comportamientos, creencias y decisiones de otras personas por medio de intimidación, manipulación, amenaza, humillación o aislamiento. Este tipo de violencia se evidenció en todas las categorías de análisis.
El documento también revela que los picos de conversación que generan mayores comentarios negativos contra las mujeres que participan en política, se relacionan con momentos importantes en sus campañas: anuncio de participación en la contienda, debates públicos, declaraciones en medios de comunicación, publicaciones con gran alcance en redes sociales.
El momento en el que se observó el mayor aumento de publicaciones hacia las candidatas fue el día de las elecciones. En esta fecha se evidenció un aumento general a las menciones de todas las candidatas, siendo Francia Márquez la mujer con mayor cantidad de mensajes dirigidos hacia ella celebrando que se haya consolidado como la fuerza femenina con más votos en las elecciones.
“La violencia online contra mujeres en política se expande abiertamente en medios digitales en los que predomina el anonimato, como Twitter. Desde estos espacios las personas pueden difundir información falsa con mayor rapidez para buscar afectar la visibilidad que ganan las candidatas a cargos públicos y realizar ataques sistemáticos que buscan dañar su reputación en política”, afirma Julio Daly, codirector del Barómetro de Xenofobia.
El informe puede ser descargado en el siguiente enlace:
En sus marcas – La carrera de las mujeres en la política
Información Adicional
El Observatorio de Violencias Políticas a las Mujeres es una iniciativa conjunta de la organización Artemisas y el Barómetro de Xenofobia, con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert (FES) en Colombia y del proyecto regional FESminismos de la FES, que tiene como finalidad medir la violencia de género que se ejerce contra las mujeres políticas a través de plataformas digitales y redes sociales.
