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“Hogar que Valora”: la campaña de FES y Sintracap que reivindica a las trabajadoras domésticas

Durante años, el trabajo doméstico que realizan millones de mujeres en todo el mundo no ha sido remunerado. Pese a ser considerado un pilar fundamental en la economía, la valoración del tiempo y esfuerzo invertido en dichas tareas se relativizó hasta convertirlo en un trabajo invisible. En este contexto surge la campaña “Hogar que valora”, que busca informar a trabajadoras chilenas y migrantes, pero también a sus empleadores.

¿Por qué formalizar el trabajo doméstico? Las razones son múltiples y se han ido tornando visibles de la mano de la movilización de las trabajadoras de casa particular. Dado su contexto de desempeño, esta actividad suele realizarse por períodos cortos de tiempo y dependiendo de varios empleadores, lo que desafía las condiciones laborales de las mujeres. Para enfrentarlo, es necesaria una regulación clara que garantice sus derechos como empleadas, un salario justo y el pago de cotizaciones legales, entre otros aspectos.

“Hogar que Valora” es el nombre de la propuesta impulsada por Fundación Friedrich Ebert (FES) Chile y el Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular (Sintracap), que busca informar y concientizar sobre la necesidad de respetar el trabajo doméstico y los derechos de quienes lo desarrollan en miles de hogares en Chile. Para ello, la campaña dirige su mensaje a trabajadoras migrantes o nacionales y a sus empleadores.

Aunque parezca evidente la importancia de un contrato de trabajo, muchas mujeres no cuentan con este derecho para registrar el lugar donde se desempeñan, así como la duración de la jornada y las labores que se contemplarán en ella. Tampoco tienen garantías en caso de desempleo, accidentes en el trayecto, enfermedad o jubilación. Según datos de la Encuesta CASEN 2017, en promedio ganan CLP 2.181 por hora, con un salario de CLP 392.590 mensual (cerca de 525 USD). No obstante, según la misma encuesta, un 52,6 % de las trabajadoras de casa particular gana menos que el sueldo mínimo mensual (CLP 270.000; lo que equivale a 360 USD).

En Chile, el año 2015 entró en vigencia una ley que mejoró el escenario de sus condiciones y derechos, tras la organización sindical y social de las trabajadoras. La normativa les permitió acceder al descanso semanal, consolidar la jornada de 45 horas en modalidad puertas afuera y dos días libres a la semana, en el caso de las trabajadoras puertas adentro. A la vez, garantizó la no obligación de usar delantal afuera del hogar, luego de casos polémicos denunciados en el país, donde empleadores llevaban a sus trabajadoras a la playa con uniforme de labores.

Durante los primeros meses de la iniciativa comunicacional, la informalidad se redujo de un 53% a 47%, evidenciando algunos efectos de la campaña, pero la brecha sigue siendo muy grande y requiere de esfuerzos combinados para terminar con la informalidad y la falta de derechos laborales que afecta principalmente a las empleadas del sector.

De hecho, en marzo de 2018, el Comité de la CEDAW exigió al Estado chileno una acción más decidida en favor de la legislación laboral de trabajadoras y trabajadores domésticos, instándolo a realizar fiscalización y actividades de sensibilización.

“No se mejora el empleo del sector y/o las condiciones de informalidad en que se presta el trabajo doméstico, relajando estándares o desconociendo derechos laborales que se reconocen a otros empleos. Debemos avanzar en reducir la informalidad del sector, sin afectar derechos básicos”, argumentó la abogada y experta en derecho laboral Claudia Donaire.

Hogar que valora tu trabajo te protege

La campaña “Hogar que Valora” fue lanzada en julio pasado en la sede sindical de SINTRACAP, en el marco de su aniversario número 72. Su primera versión se focalizó en las trabajadoras de la comuna de Las Condes, donde se emplea una de cada cuatro trabajadoras de la Región Metropolitana. Socias del sindicato y diversos voluntarios se sumaron a los stands informativos, entregando folletos y una guía rápida que concientiza a trabajadoras y empleadores sobre sus derechos y obligaciones. Los materiales se encuentran disponibles online para su difusión en los tres perfiles destacados.

“Defiendo mis derechos” es el nombre de un manual de bolsillo que contempla toda la información relevante para una trabajadora de casa particular en Chile, ya sea nacida en el país o migrante. Esto, porque actualmente el 10,4% de las trabajadoras de casa particular son mujeres migrantes que han venido desde otros rincones a buscar oportunidades y un mejor futuro.

En Chile, la regulación y fiscalización estatal sigue siendo muy débil para el trabajo doméstico, lo que permite que muchos hogares tengan trabajadoras de manera informal o ilegal, un contexto que propicia las situaciones de abuso. Esta situación empeora al considerar que la ley chilena sobre migración prioriza la seguridad nacional por sobre los derechos de las personas migrantes.

La guía contempla también la normativa en materia de vacaciones y descanso, otro de los derechos de las trabajadoras de casa particular que suele ser ignorado. En este sentido, es importante recalcar que la jornada laboral no puede sufrir alteraciones arbitrarias, a menos que ambas partes alcancen un acuerdo, y que las jornadas legales se dividen de acuerdo a la residencia de la trabajadora, puertas afuera o en el hogar.

Al mismo tiempo, la campaña recuerda que el salario de una trabajadora de casa particular sólo puede sufrir descuentos por efecto de las cotizaciones de seguridad social, pero jamás por razones de alojamiento o comida que pueda otorgar el hogar donde se desempeña.

El material de “Hogar que Valora” se encuentra disponible para la descarga y libre difusión en http://www.hogarquevalora.cl/.